En el mundo corporativo, el “largo plazo” se ha acortado. Si en el pasado la planificación semestral era la norma, hoy la velocidad de los cambios legislativos y tecnológicos comprime el horizonte estratégico. En este estado de adaptación continua y acelerada, mantenerse al día con las tendencias regulatorias es fundamental, aunque sea un reto.
Para los líderes de cumplimiento, 2026 debería ser el epicentro de una nueva era de gobernanza. Será el año en el que, por ejemplo, las principales regulaciones globales, debatidas exhaustivamente en los últimos meses, entren en vigor. Esto requiere una madurez en datos, tecnología y procesos que pocas organizaciones tienen hoy en día.
En otras palabras: el cumplimiento ya no es una lista de verificación operativa aplicada para evitar multas y se ha convertido en un pilar de la estrategia, la reputación y el acceso a nuevos mercados.
Para asegurarnos de que tu empresa esté al día con este nuevo enfoque, hemos seleccionado las cinco tendencias que definirán el panorama regulatorio de 2026.

1. La era de la inteligencia artificial
La adopción de la Inteligencia Artificial (IA) generativa ha transformado la productividad, y se espera que este proceso adquiera aún más fuerza en el futuro. Según Gartner, el 65% de los CMO cree que los avances en IA transformarán drásticamente su papel en los próximos dos años.
Esto se debe a que la IA te permite realizar tareas, analizar documentos, automatizar procesos y mucho más. Cuando esta herramienta se aplica correctamente, mantener el cumplimiento normativo se vuelve más fácil y eficaz, se maximiza el ahorro de recursos (como tiempo o dinero) y se reducen los riesgos de incurrir en sanciones legales.
Por ejemplo, en el caso de SoftExpert Suite, es posible editar formularios con IA, configurando nuevos campos, reglas condicionales y disparadores en formularios responsivos a partir de comandos del sistema. Esto aumenta la productividad, reduce los errores y genera escalabilidad.
Además, la Suite te permite crear procesos a partir de prompts en un chat interactivo. Para facilitar aún más este proceso, es posible utilizar la generación automática de modelos BPMN basados en sugerencias de IA, que son ejemplos predefinidos para situaciones cotidianas de las empresas. De este modo, se eliminan las barreras de adopción y la necesidad de conocimientos técnicos.
Sin embargo, la luna de miel con la Inteligencia Artificial sin regulación ha terminado. La Ley de IA de la UE (Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea) ha establecido un calendario estricto que culmina en agosto de 2026. En esta fecha, la mayoría de las normas para sistemas de IA de alto riesgo entrarán en vigor. Esto afectará directamente a las empresas que utilizan IA en recursos humanos, infraestructuras críticas, puntuación crediticia y biometría, o que exportan a Europa.
Para los líderes de cumplimiento, esto significa que ya no basta con preguntarse: “¿cómo puede ayudarnos la IA?” La pregunta de 2026 será: “¿cómo garantizaremos la gobernanza en el uso de la IA?”
Lo que debería tener en tu radar:
- Inventario de algoritmos: las empresas deberán mapear dónde se utiliza la Inteligencia Artificial y clasificarla según el nivel de riesgo que presentan.
- IA TRiSM – El concepto de gestión de confianza, riesgos y seguridad en IA (IA TRiSM) dejará de ser una tendencia, sino un requisito para cumplir con normas del sector, como ISO 42001, por ejemplo.
- Transparencia – La “caja negra” de los algoritmos ya no será tolerada. La explicabilidad de las decisiones tomadas por las máquinas será obligatoria para las auditorías.
2. Presente ESG desde el marketing hasta la auditoría
Durante años, muchas iniciativas ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) han estado en el ámbito de las intenciones y el marketing. Para 2026, el cumplimiento climático y social se basará en datos auditables, enterrando el greenwashing para siempre.
Los datos de PwC revelan que, a pesar de las incertidumbres regulatorias, el 66% de las empresas ha incrementado la cantidad de recursos dedicados a la información sobre sostenibilidad en el último año. El objetivo es anticipar los requisitos y, de este modo, adelantarse a la competencia.
La CSRD (Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa) de la Unión Europea es uno de los principales impulsores de este cambio. Aunque su implementación es gradual, en 2026 se espera que un número significativo de grandes empresas publique informes correspondientes al año fiscal 2025, siguiendo estrictos estándares de doble materialidad (impacto financiero e impacto socioambiental).
Incluso las empresas con actividad fuera de Europa se verán afectadas por el efecto dominó en la cadena de suministro. Por lo tanto, si tu organización suministra a multinacionales, se te cobrará por los datos de carbono y de gobernanza con la misma rigurosidad que un estado financiero.
Lo que debería tener en tu radar:
- Integra los riesgos climáticos con los riesgos corporativos tradicionales – La gestión de la sostenibilidad ya no puede vivir en hojas de cálculo aisladas; debe estar conectada al sistema ERP y al GRC de la empresa.
Lee también: ¿Qué es el GRC y cuáles son sus beneficios?
3. Ciberresiliencia y protección de datos
Hasta hace poco, la seguridad de la información se centraba casi exclusivamente en prevenir ataques. El escenario para 2026 cambia el eje hacia la resiliencia. La premisa es que el ataque ocurrirá; La cuestión es cómo (y qué tan rápido) se recupera tu empresa de ello.
Esta urgencia es tanto financiera como operativa: las proyecciones de Cybersecurity Ventures indican que el cibercrimen costará al mundo 12,2 billones de dólares anuales para 2031.
Al mismo tiempo, la DORA (Ley de Resiliencia Operativa Digital), aunque se centra en el sector financiero europeo, tiene repercusiones globales y requiere la prueba de recuperación.
Además, con el avance de la computación cuántica, Gartner advierte que la criptografía tradicional podría volverse insegura tan pronto como en 2029. Este peligro requiere una preparación inmediata en criptografía poscuántica.
Lo que debería tener en tu radar:
- Revisa los planes de continuidad del negocio – El cumplimiento en ciberseguridad requerirá pruebas de estrés reales, no solo documentales. Asegúrate de que tu infraestructura de seguridad sea robusta, ágil y con medidas continuas de cumplimiento digital.

4. Cumplimiento estratégico: cumplimiento desde el diseño
Una tendencia conductual destacada para 2026 es la transición del cumplimiento punitivo al cumplimiento ético y cultural. Normativas, como la Directiva Europea sobre Denunciantes, han hecho madurar la protección de los denunciantes, exigiendo canales de denuncia que garanticen un verdadero anonimato y la no represalia.
La razón de todo este cuidado es clara: el coste del incumplimiento nunca ha sido tan alto. Las multas globales por incumplimiento alcanzaron la marca de 14.000 millones de dólares en 2024, impulsadas por un mayor escrutinio regulatorio.
Por lo tanto, el cumplimiento estratégico debe ir más allá del canal de denuncia. Se trata de adoptar la mentalidad del Cumplimiento desde el Diseño. Es decir, en lugar de crear un producto y luego comprobar que cumple con los principales estándares y leyes del sector, la ética y la regulación se incorporan al diseño del proceso desde el primer día. Las empresas que no logran inculcar esta cultura se enfrentan al mayor riesgo de todos: el reputacional.
Lo que debería tener en tu radar:
- El fracaso ético de una empresa o de su proveedor se vuelve viral antes de que el departamento legal pueda emitir una nota: como resultado, la reputación de la empresa sufre daños que afectan su rendimiento en el mercado, sin mencionar las posibles sanciones y multas derivadas del incumplimiento.
5. Agilidad regulatoria y la nueva ISO 9001:2026
Por último, la base misma de la gestión de la calidad está a punto de evolucionar. La expectativa en torno a la versión ISO 9001:2026, prevista para su publicación en 2026, apunta a un estándar más alineado con los tiempos actuales. Se espera que la revisión ponga aún mayor énfasis en la gestión de riesgos y oportunidades emergentes, la sostenibilidad y la agilidad organizativa.
El año que viene debería marcar el fin de las herramientas estáticas. Frente a regulaciones que cambian semanalmente y estándares que se actualizan, la gestión manual se ha convertido en un riesgo operativo inaceptable. Una encuesta de PwC muestra que el 82 % de las empresas planean invertir más en tecnología para impulsar actividades de cumplimiento
Es decir, las hojas de cálculo y los intercambios de correos electrónicos, por ejemplo, no ofrecen la trazabilidad, la seguridad de la información ni la rapidez necesarias para el escenario de 2026.
Lo que debería tener en tu radar:
Supervisión continua – Las auditorías anuales no serán suficientes. Los organismos reguladores y el propio mercado requerirán visibilidad en tiempo real sobre el estado de cumplimiento. Para ello, apuesta por sistemas de gestión de calidad con una estructura sólida de transformación digital y automatización de tareas.
Conclusión
Mirar hacia 2026 puede parecer abrumador dada la complejidad del sistema regulatorio de letras. Sin embargo, los líderes disruptivos y preparados ven esto como una oportunidad: empresas que no solo anticipan y evitan sanciones, sino que operan de forma más eficiente y transmiten mayor confianza a los inversores.
La convergencia de estas tendencias apunta a una única dirección: la necesidad de una plataforma integrada. Gestionar el riesgo, la calidad, el ESG y la privacidad en compartimentos aislados es una estrategia deficiente que estará destinada a ser castigada como nunca en el próximo año.
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Preguntas frecuentes: Tendencias de cumplimiento normativo para 2026
Porque 2026 será el año en que las principales regulaciones globales entren en vigor en pleno apogeo. Esto requerirá que las empresas sean muy maduras en datos, tecnología y procesos. El cumplimiento dejará de ser solo una lista de verificación operativa para evitar multas y se convertirá en un pilar estratégico fundamental para la reputación y el acceso a nuevos mercados.
Las cinco tendencias son:
Inteligencia Artificial con enfoque en gobernanza y regulación.
ESG auditable y presente desde marketing hasta auditoría.
Ciberresiliencia y protección de datos.
Cumplimiento estratégico con el enfoque de Cumplimiento por Diseño.
Agilidad regulatoria impulsada por la nueva ISO 9001:2026.
La Ley de IA de la Unión Europea establece un calendario que culminará en agosto de 2026, cuando entrarán en vigor las normas para los sistemas de IA de alto riesgo. Las empresas deben realizar un inventario de algoritmos, garantizar la transparencia (explicabilidad de las decisiones) y adoptar prácticas de IA TRiSM (gestión de la confianza, los riesgos y la seguridad en IA).
El ESG dejará que el campo de intenciones y el marketing se basen en datos auditables, impulsados por la directiva europea CSRD. Se requerirá un informe con doble materialidad rigurosa, y el impacto llegará a la cadena de suministro global, obligando a los proveedores a presentar datos de carbono y de gobernanza, entre otros.
Mientras que la prevención se centra en prevenir ataques, la resiliencia asume que el ataque ocurrirá y se centra en la rapidez con la que se recupera. La Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA) lo ejemplifica, exigiendo a las instituciones que demuestren su capacidad para mantener operaciones durante incidentes graves. También hay una advertencia sobre la preparación contra la ruptura del cifrado por parte de la computación cuántica.
Significa integrar la ética y la regulación en el diseño de productos y procesos desde el primer día, en lugar de comprobar el cumplimiento solo cuando estén listos. Esto implica una transición del cumplimiento punitivo a un cumplimiento cultural y ético, que incluya canales seguros de denuncia y de protección de los denunciantes.
La revisión de la norma debe centrarse en los riesgos emergentes, la sostenibilidad y la agilidad. El texto debe señalar el fin de las herramientas estáticas (como hojas de cálculo y correo electrónico), que no ofrecen trazabilidad ni velocidad, y que requieren monitorización continua y sistemas automatizados.
La IA generativa, cuando se aplica bien, automatiza procesos y analiza documentos, lo que facilita el cumplimiento y reduce riesgos. A través de sistemas como SoftExpert Suite, es posible utilizar IA para editar formularios, crear reglas condicionales y generar modelos de procesos (BPMN) a partir de prompts, entre otras funcionalidades. Esto aumenta la productividad y reduce los errores.




