Gobernanza exige tiempo, dedicación y compromiso de líderes en entender los beneficios de alinear todos los niveles de una organización. La buena gobernanza corporativa garantiza un ambiente empresarial justo y transparente, en donde todos puedan ser responsabilizados por sus acciones. Por otro lado, la débil gobernanza corporativa lleva al desperdicio, a la mala administración y a la corrupción. Sólo la buena gobernanza ofrece desempeño empresarial sostenible y sólido. Pero al final de cuentas, ¿qué es buena gobernanza corporativa?
La gobernanza corporativa puede referirse a cualquiera de las políticas y procesos que controlan una empresa. Pero es más útil decir que la gobernanza se refiere a las políticas y procesos que ayudan la corporación a avanzar hacia sus objetivos, evitando conflictos indeseados.
La gobernanza debe equilibrar las necesidades de varios grupos. Eso incluye accionistas, miembros del consejo, clientes y partes interesadas dentro de una empresa, como: Gestión Ejecutiva, Operaciones, Gestión de Proyectos, Mejora de Proceso, Tecnología de la Información.
La buena gobernanza debe estar incorporada en el buen comportamiento y en el buen criterio de aquellos que son encargados de administrar una organización. Cuando bien hecha, la gobernanza crea un ambiente honesto y transparente que promueve estructura en la planificación y agilidad en ejecución. Además, incentiva a los miembros del consejo y a los comités ejecutivos a dedicar dinero a la corporación para innovar y crecer.
Las organizaciones que se esfuerzan para mejorar la gobernanza precisan examinar de cerca sus estructuras, procesos y proyectos internos del negocio.
Diez principios para constituir una buena gobernanza:
Funciones y Responsabilidades – Debe haber claridad con relación a las responsabilidades individuales, a las expectativas organizacionales de los ejecutivos y al papel de los comités ejecutivos y directores.
Estructura y Composición – Un comité ejecutivo precisa tener al grupo correcto de personas, llevando en consideración los antecedentes, habilidades y experiencia de cada individuo. Debe tener, también, la conciencia de cómo la inclusión de un individuo construye la capacidad colectiva y el funcionamiento efectivo del comité.
Objetivo y Estrategia – El comité ejecutivo desempeña un papel importante en la definición de la visión, propósito y estrategias de la organización, ayudando a la organización a entender eso y a adaptar los planes para implementarlos.
Gestión de Riesgos – Al implementar un sistema apropiado de supervisión de riesgos y controles internos, los comités ejecutivos pueden ayudar a aumentar la probabilidad de que sus organizaciones entreguen su objetivo.
Desempeño Organizacional – El comité ejecutivo determina y evalúa categorías e indicadores de desempeño adecuados para la organización.
Eficacia del Comité – La eficacia de un comité ejecutivo puede ser ampliamente mejorada con: Planificación cuidadosa de sus actividades; Reuniones de comités ejecutadas de forma eficiente; Evaluaciones periódicas del desempeño organizacional; Tener un plan de sucesión ejecutivo; y el uso efectivo de subcomités, cuando sea apropiado.
Flujo de Informaciones – Es importante que el comité ejecutivo asegure el flujo de informaciones para el consejo que ayuda en la toma de decisiones; que haya transparencia y responsabilidad para los stakeholders externos y para los funcionarios en toda la empresa; y que la integridad de los demostrativos financieros y otras informaciones importantes sean salvaguardadas.
Madurez Organizacional – El comité ejecutivo tiene un papel a desempeñar en la mejora de las capacidades de la organización que atienden.
Cultura y Ética – El comité ejecutivo da el tono para toma de decisión ética y responsable en toda la organización.
Participación – El comité ejecutivo ayuda a una organización a involucrarse efectivamente con las partes interesadas y funcionarios.