Del 6 al 18 de noviembre de 2022 tuvo lugar en Egipto la COP 27 – La Conferencia de la ONU sobre el clima. Se trata de un evento que reúne a gobiernos, diplomáticos, politólogos, expertos, sociedad civil y entidades privadas para debatir, planificar y estimular la implementación de nuevas prácticas de combate a los fenómenos climáticos que ya ocasionan grandes pérdidas de vidas humanas, además de impactos negativos en los ámbitos ambientales, sociales y económico.
Los acuerdos y consensos que salieron de esta conferencia tendrán un impacto directo en la evolución y calidad de las agendas ESG en las organizaciones. ¿Ya está al tanto de todo lo que pasó en la conferencia y cómo las decisiones pueden influir en sus objetivos de sostenibilidad? Si aún no, vea a continuación los avances y los pendientes de la COP 27.
Juntos por la implementación
El eslogan de la COP 27 “Juntos por la implementación” deja claro sobre la necesidad de actuación conjunta y rápida frente a los desafíos de los fenómenos climáticos. La conferencia tuvo lugar en un momento de gran inestabilidad internacional, considerando la guerra entre Rusia y Ucrania, y de empeoramiento del cambio climático percibido a través de eventos climáticos extremos.
En este contexto, el evento tuvo gran importancia para la renovación de las metas establecidas en sesiones anteriores y, sobre todo, para garantizar el cumplimiento de los acuerdos y alianzas que se hicieron anteriormente para acelerar las acciones sobre el clima y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
La COP 27, de 2022, se estructuró en los siguientes temas: finanzas, ciencia, juventud y generaciones futuras, descarbonización, adaptación, agricultura y sistemas alimentarios, género, agua, plan de ambiciones climáticas, sociedad civil, energía, biodiversidad y soluciones.
Como es posible observar, hay total correlación de estos temas con la agenda mundial y nacional sobre las cuestiones ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).
En el último día de la conferencia hubo la necesidad de prorrogar su clausura por falta de consenso en puntos estratégicos para el combate al calentamiento global, como la creación de un mecanismo financiero de compensación de pérdidas y daños y la falta de inversión en el fondo climático.
Fondo de pérdidas y daños
En las negociaciones climáticas de la ONU, “pérdidas y daños” se refieren a los costos incurridos por el clima extremo o los impactos climáticos, como el aumento del nivel del mar. Este fondo cubre específicamente el costo de los daños que los países no pueden evitar o a los que no pueden adaptarse. Ejemplos recientes han ocurrido en Pakistán y Nigeria con inundaciones históricas en 2022.
A lo largo de la COP 27, el llamado a las naciones ricas a compensar a los países pobres afectados por eventos extremos dio como resultado una solución concreta. Sin embargo, aún no está claro de dónde saldrán los aportes para ese fondo y qué países en específico van a recibir la cantidad. Las discusiones sobre esto deben llevarse a cabo hasta al menos la próxima COP, o incluso después.
Soluciones basadas en la naturaleza
Nature-based solutions (NBS) o soluciones basadas en la naturaleza (SbN), en español, es un concepto definido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como acciones para proteger, gestionar y restaurar ecosistemas naturales de forma sostenible, eficaz y teniendo en cuenta las complejidades y bienestar humano y la biodiversidad. Dentro del concepto, también se llevan a cabo prácticas de gestión inteligente de la tierra con el fin de reducir o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Una novedad en el informe de las acciones discutidas en la COP 27 fue la mención de la SbN. En el documento, el artículo XIV “alienta a las Partes (los Estados que participan en la COP) a considerar, según corresponda, soluciones basadas en la naturaleza o enfoques basados en ecosistemas”.
Acuerdo de París
El Acuerdo de París definió que 1,5 °C es el “límite seguro” del cambio climático. Es decir, ese es el aumento de la tasa media de temperatura global que tenemos que alcanzar para fin de siglo para evitar las consecuencias de la crisis climática provocada por el hombre debido a la creciente emisión de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. Muchos de los países que participan en el Acuerdo de París no han hecho nada para lograr los objetivos. Si bien ha habido mejoras, los compromisos climáticos actuales reducirán las emisiones actuales en solo un 7 % para 2030, un porcentaje mucho menor del objetivo del 43 % con respecto a los niveles de 2019.
En la COP 27 se esperaba alguna definición sobre las emisiones globales de gases de efecto invernadero que podríamos alcanzar para 2025 para garantizar que el calentamiento del planeta no supere ese límite de 1,5 °C para 2100.
Pero las discusiones en la COP 27 no llegaron a ningún consenso. El informe final de la COP27 no menciona un pico de emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2025 y no compromete a los países a reducir drásticamente sus emisiones. Este fue uno de los temas que quedó pendiente en la conferencia.
Financiación frustrada
La promesa de 100.000 millones de dólares anuales a los países pobres, acordada en la COP de 2009, sigue sin definirse. A pesar de que la ONU está de acuerdo en que el valor necesario sería del orden de 200 000 millones al año, ni siquiera se ha alcanzado el objetivo inicial y varios países intentan presentar otros mecanismos financieros, como el de seguro contra el cambio climático.
Greenwashing
Para combatir las acusaciones de greenwashing y de vagos objetivos de sostenibilidad, se publicó un conjunto claro de pautas en la COP27 que establece estándares para el camino hacia emisiones netas cero. Estas directrices fueron publicadas conjuntamente por la ONU y la ISO y desarrolladas por un grupo de 1.200 organizaciones y expertos de más de 100 países.
Estas pautas se pueden utilizar como un texto de referencia central sobre net zero para alinear las expectativas, aumentar la ambición y abordar el greenwashing.
Aunque alrededor del 80 % de las emisiones globales están cubiertas por promesas de cero neto, muchas organizaciones carecen de una estrategia clara, y las nuevas directrices ISO están destinadas a proporcionar una guía práctica.
¿Éxito o fracaso?
Hay quien dice que la COP 27 fue una gran decepción, principalmente considerando que los 196 países presentes no lograron o no quisieron enfrentar los impactos ambientales causados por los combustibles fósiles y no hubo compromiso por parte de los países a reducir drásticamente sus emisiones. Un tema tan importante, que se esperaba tanto una actitud concreta en esa conferencia realmente dejó que desear.
Pero, por otra parte, fue un gran éxito reconocer, por primera vez, la necesidad de ayudar financieramente a los países más vulnerables a hacer frente a los daños causados por el calentamiento global. Como dijo Mohamed Adow, director ejecutivo de la ONG Power Shift Africa: “La COP 27 hizo lo que ninguna otra COP hizo”.
Lo que esperamos ahora es que los objetivos establecidos en el plan de implementación de Sharm El-Sheikh se cumplan y créanme, una vez que los gobiernos y los países se comprometan, también se requerirán acciones por parte de las organizaciones. Y usted, ¿está preparado para incluir los puntos de la COP 27 en su jornada ESG?
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