Qué es la curva MACC? Entiende y revoluciona tus estrategias ESG
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Qué es la curva MACC? Entiende y revoluciona tus estrategias ESG

Publicado en 12 de Agosto de 2024

La Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) es una herramienta crucial para entender cómo mitigar los gases de efecto invernadero de manera eficaz y económica. Imagina, por un momento, que somos capaces de cuantificar exactamente cuánto cuesta reducir las emisiones de gases contaminantes.

Esto nos permite identificar las estrategias más accesibles para combatir el cambio climático. La curva no solo destaca las opciones de menor costo, sino que también organiza estas estrategias en orden creciente de precio. De esta manera, facilita la toma de decisiones informadas sobre dónde invertir nuestros recursos.

¿Y por qué esto importa? Vivimos en un mundo con recursos limitados, donde las elecciones deben hacerse sabiamente. Al enfocarnos en las acciones con mejor relación costo-beneficio, maximizamos el impacto de cada euro invertido hacia un futuro sostenible.

Las empresas, especialmente aquellas comprometidas con prácticas ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), pueden utilizar esta curva como un mapa para reducir sus huellas de carbono.

Al comprometerse con la reducción de los gases de efecto invernadero, no solo contribuyen al bienestar del planeta, sino que también se alinean con las crecientes demandas de los consumidores por responsabilidad ambiental.

En este artículo, vamos a revelar cómo la Curva MACC puede revolucionar tus estrategias ESG, ofreciendo valiosos insights para optimizar tus esfuerzos ambientales sin comprometer la rentabilidad. Sigue leyendo y revoluciona tus estrategias ESG con valiosos insights que pondremos a tu disposición.

Cómo los gases de efecto invernadero impactan el medio ambiente

Los gases de efecto invernadero están en el centro de las discusiones sobre el cambio climático. Actúan como una capa que mantiene el calor en la atmósfera de la Tierra, contribuyendo al calentamiento global. Pero, ¿qué significa esto realmente para el medio ambiente?

Primero, es esencial entender que estos gases no son todos villanos. Son necesarios para mantener nuestro planeta a una temperatura habitable. Sin embargo, el problema surge cuando las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, aumentan sus concentraciones más allá del equilibrio natural.

Esto resulta en temperaturas más altas, alteraciones en los patrones climáticos y eventos extremos más frecuentes. Imagina olas de calor más intensas en verano o inviernos extremadamente fríos.

Además, el impacto va más allá del clima. El aumento de los gases de efecto invernadero afecta la biodiversidad, los ecosistemas marinos y terrestres, e incluso nuestra seguridad alimentaria. Los corales se están blanqueando, las especies están migrando a áreas más frías y las cosechas están siendo perjudicadas por los cambios en el clima. El equilibrio de nuestro planeta está en juego.

Entender cómo los gases de efecto invernadero impactan el medio ambiente es crucial para buscar soluciones sostenibles. Reducir emisiones, invertir en energías renovables y prácticas de desarrollo sostenible son pasos vitales. Cada acción cuenta en la lucha contra el cambio climático.

Cómo elaborar la curva MACC

Construir la Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) comienza con la identificación de las varias opciones de reducción de gases de efecto invernadero disponibles. Esta curva es una herramienta crucial para entender cómo podemos combatir el cambio climático de manera eficiente y económica.

El primer paso implica recopilar datos detallados sobre las emisiones actuales y las posibles medidas de abatimiento, incluyendo sus respectivas capacidades de reducción y costos asociados. Después de reunir esta información, el siguiente paso es ordenar las opciones de abatimiento del menor al mayor costo por unidad de emisión evitada.

Esto crea una visualización gráfica donde el eje horizontal representa la cantidad total de emisiones reducidas y el eje vertical muestra el costo marginal, es decir, cuánto cuesta reducir cada unidad adicional de emisión. Este arreglo destaca qué tecnologías o métodos son más rentables para la reducción de emisiones.

El análisis no termina ahí. También es vital considerar factores como la viabilidad técnica, los impactos sociales y económicos, además de la capacidad regulatoria y política para implementar estas soluciones.

Incluir estos matices hace de la Curva MACC una herramienta dinámica, adaptable a los cambios en las tecnologías, precios de mercado y políticas ambientales. Así, se convierte en esencial para planificar estrategias eficaces en la lucha contra el calentamiento global, alineadas con objetivos ESG.

Cómo analizar la curva MACC

Entender la Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) es esencial para quien quiera reducir los gases de efecto invernadero de manera eficaz y económica. Es una herramienta que ayuda a identificar las opciones más rentables para cortar emisiones. Pero, ¿cómo exactamente se analiza esta curva?

Primero, observa el eje horizontal, que muestra la cantidad de abatimiento de los gases de efecto invernadero: cuanto más a la derecha, mayor la reducción. En el eje vertical, tenemos el costo marginal, que representa el costo adicional para reducir una unidad adicional de emisión. El punto clave aquí es identificar áreas donde el costo es menor, pero el impacto en la reducción es significativo.

La curva generalmente comienza con opciones de bajo costo o incluso negativas – ¡sí, algunas medidas ahorran dinero! Avanzando, el costo por unidad aumenta.

Es vital enfocarse en las primeras etapas de la curva. ¿Por qué? Porque aquí encuentras las estrategias más accesibles y fáciles de implementar. Estas incluyen mejoras en la eficiencia energética, cambio a fuentes de energía renovable o adaptación de procesos industriales.

Ejemplo de análisis de curva MACC

Al analizar este ejemplo ficticio de Curva MACC a continuación, se observa que el proyecto 1 es el que resultará en el mayor beneficio financiero para la organización, debido a su costo marginal de abatimiento más negativo.

Por otro lado, el proyecto 2 emerge como la mejor elección que, si se adopta, proporcionará el mayor abatimiento de CO2e (columna con base mayor). Ya el proyecto 5 representa la opción que requiere la mayor inversión de capital por parte de la empresa.

El análisis no termina con la identificación de las opciones menos costosas. También es importante considerar el potencial de abatimiento total y cómo se alinea con tus objetivos en términos de ESG. Evaluar la curva MACC permite visualizar claramente dónde tu dinero será mejor invertido en la lucha contra el cambio climático, garantizando que cada euro contribuya significativamente a un futuro más verde y sostenible.

Ejemplos prácticos de reducción de emisiones con la MACC

La Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) es una herramienta poderosa en la lucha contra el cambio climático. Nos muestra cómo reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de manera rentable.

Entender la MACC no solo ayuda a gobiernos y empresas a tomar decisiones informadas, sino que también destaca caminos sostenibles para el futuro. Y esto se alinea perfectamente con los principios ESG, que enfatizan la importancia de la gestión ambiental.

Por ejemplo, la MACC puede revelar que invertir en energía renovable, como solar o eólica, ofrece una de las maneras más baratas de cortar emisiones. O tal vez muestre que mejorar la eficiencia energética en edificios es una estrategia de bajo costo con gran impacto. La belleza de la MACC está en su capacidad de ordenar acciones de abatimiento por su costo, incentivando así las elecciones más económicas primero.

Y no para ahí. La MACC también evidencia el potencial de la reforestación y del manejo sostenible de los bosques como métodos eficaces para secuestrar carbono del ambiente. Esto no solo ayuda a reducir los GEI, sino que también promueve la biodiversidad y mejora la salud de los ecosistemas. Por lo tanto, al aplicar las lecciones de la Curva de Costo Marginal de Abatimiento, podemos avanzar significativamente hacia un futuro más sostenible y responsable.

¿Cuáles son las limitaciones de este indicador?

La curva MACC es excelente para realizar cambios puntuales dentro de su sistema de producción vigente, pero no es la mejor alternativa para quienes buscan hacer cambios radicales en busca de sostenibilidad. Quien señala esto es el Grupo Banco Mundial, al explicar que el factor de costo de abatimiento puede llevar a las organizaciones a tomar decisiones bastante ineficientes, especialmente si se usa de manera incorrecta.

Por ejemplo, si su empresa está buscando reducir las emisiones en un 10%, tiene sentido usar la curva MACC para implementar acciones de bajo costo. Pero si desea reducir las emisiones a casi cero, algo que cada vez más empresas están buscando, se necesitan iniciativas más audaces.

Un ejemplo de esto sería usar la curva MACC para cambiar la flota de furgonetas y camiones de su empresa por modelos de menor consumo de combustible fósil. Está reduciendo sus emisiones y ahorrando en el gasto de diésel, pero estos nuevos vehículos seguirán emitiendo dióxido de carbono.

Para realmente acercarse a la emisión cero, necesita buscar cambios más radicales. Un ejemplo sería cambiar estos vehículos por opciones no motorizadas o eléctricas. El costo del cambio de flota sería mucho mayor, pero al final del proceso su organización estaría mucho más cerca de la neutralidad de carbono.

¿Cuáles son las alternativas a la curva MACC?

Las Curvas de Costo Marginal de Abatimiento centralizaron las discusiones sobre sostenibilidad en la década de 2000. Esto tenía todo el sentido, ya que en esa época la conversación se centraba en cambios marginales.

Pero los tiempos han cambiado y la prioridad ha pasado a ser estrategias a largo plazo. Estos planes necesitan tener en cuenta las interacciones entre diferentes sectores y las innovaciones técnicas. Su enfoque es reducir el costo total de la transición, no buscar el costo marginal en todo momento.

Informe de Clima y Desarrollo de Turquía

Un excelente ejemplo de alternativa a la curva MACC es el proyecto presentado en el Informe de Clima y Desarrollo de Turquía (CCDR). Presenta una estrategia ambiciosa para reducir las emisiones del país en las próximas décadas, atacando diversas frentes para alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2052.

Para ello, el gobierno turco trabajará para reducir la generación de carbono del transporte, la generación de electricidad y de industrias como la agricultura y la construcción. Al mismo tiempo, el país se ha comprometido a realizar una gran inversión en reforestación, con los árboles plantados compensando el 100% de las emisiones nacionales al final del plan.

Curva MACC 2.0

El Environmental Defense Fund (EDF), una organización ambiental sin fines de lucro de EE.UU., desarrolló una Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) 2.0. Muestra las reducciones anuales de emisión de carbono a partir de diferentes medidas de un determinado sistema de energía.

Con esto, la organización puede tener una idea de los costos acumulativos de sus esfuerzos. Además, la curva MACC 2.0 aún proporciona una visión más amplia del momento ideal para tomar cada decisión en las décadas siguientes.

Estas son las principales diferencias que la curva MACC 2.0 trae en relación con la versión original:

  • Mayor precisión: La nueva técnica mejora la estimación de costos y del rendimiento de las medidas con el paso del tiempo. Para ello, tiene en cuenta la evolución tecnológica y los cambios en los precios de mercado.
  • Flexibilidad: La curva MACC 2.0 es más flexible y puede adaptarse a diferentes contextos y necesidades. Permite un análisis más personalizado y relevante para diferentes sectores y regiones.
  • Políticas de descarbonización: La metodología más nueva fue diseñada para apoyar políticas de descarbonización más ambiciosas y eficaces. Así, puede ofrecer insights más detallados para los tomadores de decisiones.
  • Enfoque sistémico: La versión evolucionada de la MACC adopta un enfoque más amplio, que considera la coordinación de varias medidas de reducción de emisiones en todo el sistema de energía, no solo medidas aisladas.

Este es un ejemplo de la curva MACC 2.0 desarrollada por el EDF:

 

Curva MACC 2.0 desarrollada por el Environmental Defense Fund (EDF)
Curva MACC 2.0 desarrollada por el Environmental Defense Fund (EDF) (Fuente: EDF)

De arriba hacia abajo, puede ver cómo las emisiones van disminuyendo a medida que las medidas van obteniendo un mayor costo/beneficio. Con esto, las iniciativas se vuelven más accesibles a un mayor costo marginal de abatimiento.

El punto más alto del eje Y representa las emisiones del escenario base, mientras que el punto más bajo muestra lo que sucede cuando todas las medidas se implementan de manera coordinada.

Siguiendo este modelo, es posible reducir las emisiones de carbono y el uso de energía de organizaciones e incluso de industrias enteras a niveles netos negativos.

Conclusión

La Curva de Costo Marginal de Abatimiento (MACC) se destaca como una herramienta importante para empresas y gobiernos que buscan mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero de manera eficiente y económica. En el contexto de las prácticas ESG, la adopción de la curva MACC permite a las empresas alinear sus esfuerzos de sostenibilidad con objetivos financieros, atendiendo a las crecientes expectativas de consumidores e inversores por responsabilidad ambiental.

Sin embargo, es esencial reconocer las limitaciones de la curva MACC, especialmente cuando se trata de los cambios radicales necesarios para alcanzar la neutralidad de carbono. Explorar alternativas como la Curva MACC 2.0 y estrategias integrales de descarbonización puede proporcionar insights más precisos y adaptables, considerando la evolución tecnológica y las particularidades de diferentes sectores.

Al integrar estos enfoques, las organizaciones pueden no solo reducir sus emisiones de manera rentable, sino también contribuir significativamente a un futuro más sostenible y resiliente. Al incorporar el análisis de la Curva MACC y sus evoluciones, las empresas no solo refuerzan su compromiso con la sostenibilidad, sino que también se posicionan como líderes en la transición hacia una economía de bajo carbono.

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Sobre el autor
Camilla Christino

Camilla Christino

Camilla Christino es Analista de Negocios en SoftExpert, graduada en Ingeniería de Alimentos en el Instituto Mauá de Tecnologia. Tiene una sólida experiencia en el área de la calidad en las industrias alimentarias con un enfoque en el seguimiento y adecuación de los procesos de auditoría interna y externa, documentación del sistema de gestión de la calidad (ISO 9001, FSSC 22000, ISO / IEC 17025), Control de Calidad, Asuntos reglamentarios, buenas prácticas de fabricación (BPF)/normas de correcta fabricación (NCF), HACCP y FCC. También está certificada como auditor líder en la norma ISO 9001: 2015.

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