La ISO 9001 ha dado un paso crucial en su revisión, con la publicación del Proyecto de Norma Internacional (DIS) para su votación, y la publicación final está prevista para 2026. La nueva versión de la norma ISO 9001:2026 destaca el contexto organizativo más amplio (incluido el cambio climático), refuerza el liderazgo y la cultura, y hace de la digitalización y la integridad de los datos elementos centrales del software de gestión de la calidad (SGC).
En este nuevo contexto, la Alta Dirección debe aprobar de inmediato un diagnóstico ejecutivo, formar un comité multisectorial y priorizar pilotos de la Industria 4.0 que generen evidencia digital confiable.
Por lo tanto, la revisión de la ISO 9001 no es una actualización técnica con solo impacto operativo. Realinea el estándar con las demandas del mercado y las expectativas de las partes interesadas: transparencia, resiliencia y uso responsable de la tecnología.
Para los líderes, la pregunta no es “si” sino “cómo”: cómo convertir el cumplimiento en una ventaja competitiva al unir el liderazgo y el compromiso con ISO 9001, el riesgo climático y la gobernanza de datos.
Las organizaciones que se anticipen a estos cambios reducirán el riesgo regulatorio y aumentarán su competitividad, y puede descubrir cómo hacerlo en este artículo.

¿Qué cambia la actualización de la norma ISO 9001:2026 para los líderes ejecutivos?
La nueva ISO 9001:2026 mantiene la estructura basada en el Anexo SL, pero ahora enfatiza que cambian el papel del liderazgo, especialmente en relación con la transformación digital.
Algunos de los cambios más significativos son:
Contexto ampliado
La actualización de la norma ISO 9001 hace explícito que los factores externos, incluidos el cambio climático y la sostenibilidad, deben tenerse en cuenta al definir el contexto organizacional de una corporación. Esto requiere que el liderazgo ejecutivo defina criterios de materialidad y prioridades estratégicas, especialmente teniendo en cuenta las prácticas ESG.
Liderazgo y cultura
El Liderazgo 4.0 pasa de ser un mero firmante de políticas a un protagonista de resultados. En este nuevo paradigma, los auditores de transición estarán atentos a las evidencias de comportamiento, decisiones y asignación de recursos, y no solo a los documentos.
Es decir: tratar el liderazgo y el compromiso con la ISO 9001 de forma conjunta y sistémica será una práctica esencial. Esto significa que el liderazgo será evaluado no solo por sus palabras, sino por la coherencia entre el discurso y la acción, y por la forma en que sus decisiones y actitudes construyen una cultura en la que la calidad es una responsabilidad compartida en todos los niveles de la organización.
Digitalización e integridad de los datos digitales
Uno de los cambios generados por la versión 2026 de la ISO 9001 es la mayor adopción de las tecnologías de la llamada Industria 4.0. Algunos de los principales son Internet de las cosas (IoT), análisis de datos, automatización de procesos e inteligencia artificial (IA), porque cambian la naturaleza de la evidencia de cumplimiento.
Junto con el uso de estas herramientas, el nuevo estándar requiere atención a la gobernanza de datos, la trazabilidad y la confiabilidad de la evidencia digital generada por ellos.
Mayor riesgo
El pensamiento basado en el riesgo evoluciona para integrar los riesgos sistémicos y climáticos, lo que hace necesaria la convergencia entre las agendas del SGC, la ERM y ESG. El objetivo de esta actualización no es crear una lista gigantesca de nuevos controles operativos, sino cambiar lo que el liderazgo requiere y monitorea: decisiones estratégicas, evidencia digital y resultados medibles.
Industria 4.0 e ISO 9001: cómo conectar estrategia, tecnología y cumplimiento
La Industria 4.0 transforma la gestión de la calidad mediante el uso de tecnología de IA, dispositivos inteligentes, gemelos digitales y modelos predictivos. El gran diferencial que demanda la atención de los líderes es que estas herramientas generan datos continuos que, cuando están bien gobernados, transforman la evidencia oportuna en un flujo constante de pruebas de cumplimiento.
Como resultado, la operación de la empresa se vuelve más eficiente y moderna. Así, los productos/servicios cumplen con los principales estándares y se refuerza la reputación positiva de la empresa tanto para los clientes como para otras partes interesadas.
Por lo tanto, para estructurar este proceso adecuadamente, la alta dirección debe decidir:
- quién es responsable de la integridad de los datos que alimentan las decisiones de calidad;
- qué algoritmos y modelos de IA se pueden usar y cómo validar y auditar estos modelos;
- qué indicadores clave en tiempo real se presentarán a la dirección ejecutiva y cómo relacionarlos con el valor de negocio que representan (como coste, time to value, mitigación de riesgos, protección de la reputación, entre otros).
Las organizaciones que tratan la combinación de liderazgo y compromiso en ISO 9001 como una parte integral del SGC obtienen previsibilidad, reducen el retrabajo y demuestran solidez operativa para clientes y certificadores.

¿Cómo unir liderazgo y compromiso en la práctica?
Para que el liderazgo demuestre verdaderamente compromiso, se necesita más que palabras. La gestión en la nueva ISO 9001:2026 se basa en el compromiso, que a su vez requiere algunas pruebas, tales como: decisiones aprobadas, recursos asignados, comunicación visible y seguimiento de resultados.
Para convertir la intención en evidencia, la alta dirección debe:
- aprobar formalmente la hoja de ruta de acciones, cambios y adaptaciones generadas por los cambios a la ISO 9001:2026 y monitorear los hitos de todo esto;
- integrar el SGC con ERM, la agenda ESG y los objetivos estratégicos de la empresa;
- definir los criterios de éxito de las inversiones (ya sea en tiempo, dinero, personal o formación) en digitalización;
- hacer cuantificables y replicables las acciones de comunicación y el desarrollo de una cultura de innovación digital.
Este tipo de atención no solo ayuda a optimizar la operación y facilita la adopción de tecnologías y metodologías de la Industria 4.0. Igual de importante, tener un liderazgo práctico facilita las auditorías de cumplimiento internas y externas, y aumenta sus posibilidades de éxito.
Recuerde: los auditores de certificación buscarán acciones concretas (aprobaciones de la junta, KPI revisados y evidencia como registros e informes) que demuestren la implementación efectiva de la nueva ISO 9001:2026.
3 pasos para tener entregables alineados con ISO 9001:2026
Para saber cómo lograr este equilibrio entre estrategia, transformación digital y cumplimiento que exige la ISO 9001 actualizada en 2026, puede seguir la hoja de ruta a continuación. Fue diseñado para guiar las decisiones de liderazgo ejecutivo, indicando los objetivos y entregables de cada etapa.
1. Organizar la gobernanza y hacer un diagnóstico ejecutivo
El primer paso es aprobar el mandato de la Junta para la revisión del SGC teniendo en cuenta los cambios en la norma ISO 9001. Para ello, realice un análisis de brechas de su operación en comparación con lo que aparece en el Borrador de Norma Internacional (DIS) y el Borrador Final de Norma Internacional (FDIS) de la norma. Buscar identificar procesos críticos, fuentes de datos y proveedores estratégicos que ayudarán en el proceso de adaptación en el futuro.
El principal entregable de esta etapa es precisamente este informe de análisis de brechas ejecutivas, que dictará las acciones e inversiones necesarias más adelante.
2. Crear la hoja de ruta y asignar recursos
Después de comprender la etapa actual de su operación e identificar lo que debe ajustarse, es hora de crear la hoja de ruta con las acciones prioritarias (por ejemplo, integridad de datos, piloto de telemetría, capacitación en liderazgo).
Luego, defina el presupuesto para cada iniciativa y los objetivos estratégicos e indicadores de resultados para cada una. Una buena práctica que ayuda a que esta organización sea más fácil, más transparente y efectiva es establecer un comité de transición con representantes de áreas como Calidad, TI, Sostenibilidad y Cumplimiento.
El gran entregable de este comité será la hoja de ruta aprobada y con un plan de financiación definido.
3. Inicie pilotos y fortalezca la comunicación
Entonces es hora de pasar a la acción. Una vez finalizada la etapa de planificación, implemente proyectos piloto que generen evidencia digital validada de cumplimiento.
Con base en el desempeño de estos pilotos, realice los ajustes necesarios a las políticas y procedimientos de la empresa. Al mismo tiempo, lanzar un programa de comunicación para alinear el discurso con la práctica y construir un tablero ejecutivo que ponga la información relevante a disposición de los involucrados en el proyecto, lo que aumenta la transparencia y el compromiso del proyecto.
Los resultados esenciales de esta fase del proyecto son los pilotos con resultados cuantificados, políticas revisadas y un panel de seguimiento. Además, cree informes mensuales que muestren evidencia (registros, hashes, validaciones) e impactos en indicadores relevantes, como financieros o de riesgo.
Riesgos de no actuar y oportunidades para adaptarse temprano
Ignorar la actualización de la norma ISO 9001:2026 plantea una exposición a riesgos regulatorios, pérdidas comerciales y sobrecostes de remediación. En los sectores regulados, no anticipar los requisitos sobre sostenibilidad y datos puede afectar las ventas, los contratos con los proveedores e incluso dar lugar a multas y sanciones legales por parte de las entidades reguladoras.
Por otro lado, las organizaciones que comienzan la integración entre Leadership 4.0 y el nuevo estándar ganan eficiencia operativa, mejoran la previsibilidad de la calidad y convierten el cumplimiento en un argumento comercial. Preparar a la empresa con anticipación tiende a reducir los costos de migración y evitar correcciones reactivas a escala.
Comprenda más sobre los impactos, tanto negativos como positivos, que el cambio en ISO 9001 puede generar en la gestión de su empresa:
- Riesgos: Los principales son la exposición a fallas en los procesos de certificación, pérdida de contratos que requieren cumplimiento actualizado, mayores costos de remediación e impacto reputacional que afecta las ventas.
- Oportunidades: Las oportunidades se presentan en la eficiencia operativa con monitoreo continuo, argumentación comercial basada en evidencia digital de cumplimiento, mayor facilidad de acceso a los mercados y fuentes de financiamiento que valoran la transparencia y el cumplimiento digital.
Semana de la Calidad: una oportunidad para prepararse para el futuro
La Semana Mundial de la Calidad es una oportunidad anual única para anticipar y cultivar las mentalidades que las nuevas normas exigirán.
La norma ISO 9001:2026, por ejemplo, nos desafía a integrar el cambio climático, fomentar una cultura de calidad ética y adoptar una gestión más clara de riesgos y oportunidades. Estas directrices son una invitación a repensar profundamente el papel de la calidad en las organizaciones.
La Semana de la Calidad sirve como un laboratorio perfecto para iniciar transiciones importantes. A lo largo de los años, sus pilares de acción se han mostrado directamente conectados con los requisitos emergentes de las normas, como los de la ISO 9001:2026:
- Alineación: Es el momento ideal para reflexionar e iniciar ajustes, asegurando que la calidad sea el núcleo de su estrategia de negocio, y no un apéndice.
- Desempeño: Participar en la Semana es una oportunidad para fortalecer la cultura de análisis de datos y desempeño, que es la base para cumplir con los nuevos requisitos de la nueva norma.
- Personas: La Semana de la Calidad tradicionalmente refuerza que “la calidad es responsabilidad de todos”. Involucrar al equipo en las actividades del evento ayuda a preparar el terreno para los nuevos requisitos de capacitación y concientización de la cláusula 7.3.
Conclusión
La actualización de la norma ISO 9001 es una oportunidad estratégica. El liderazgo 4.0 debe actuar como un facilitador del SGC que integre el riesgo climático en sus procesos y que requiera evidencia digital de cumplimiento. Así, es posible transformar el cumplimiento en una ventaja competitiva a través de la digitalización y las prácticas ESG.
Actuar con prontitud y claridad estratégica durante los próximos 12 meses reducirá el riesgo y posicionará a su organización para competir en un mercado que valora la transparencia, la resiliencia y la calidad comprobada.
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FAQ sobre liderazgo y compromiso en la ISO 9001:2026
La norma refuerza que el liderazgo debe: considerar un contexto organizacional más amplio (incluido el cambio climático), demostrar compromiso a través de decisiones y asignación de recursos, e incorporar la digitalización y la gobernanza de datos en el SGC.
Las acciones prioritarias incluyen la aprobación de un diagnóstico ejecutivo (análisis de brechas alineado con DIS/FDIS), la institución de un comité multisectorial y la priorización de pilotos que generen evidencia digital confiable. Estos pasos generan entregables concretos para la auditoría y la gobernanza.
Porcentaje de cumplimiento en procesos críticos; tiempo promedio para corregir no conformidades de alto impacto; tasa de integridad de registros automatizados; reducción del retrabajo vinculado a iniciativas digitales; exposición a riesgos climáticos materializados.
No, la ISO 9001:2026 no se convertirá en una norma de gestión ambiental y no exigirá informes de emisiones. Sin embargo, sí requerirá que la organización determine si el cambio climático es un riesgo relevante para su SGC y, en caso afirmativo, que trate esos riesgos como lo haría con cualquier otro.





