Prácticas ESG para líderes: cómo convertir el cumplimiento en ventaja competitiva

Los líderes exitosos deben crear prácticas ESG con gobernanza, medición y tecnología adecuada. De esta manera, transforman los requisitos de cumplimiento en una fuente de ventaja competitiva.

Publicado en 30/10/2025
14 min de lectura

Las discusiones sobre las prácticas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza)  ya no viven solo en el campo de las intenciones. Se han convertido en variables estratégicas que impactan el riesgo, el valor de mercado y la capacidad de financiamiento de las empresas. 

Para los ejecutivos de empresas en sectores regulados, donde los requisitos de salud, medio ambiente y cumplimiento tienen consecuencias directas en las operaciones y la reputación, la pregunta ya no es “¿debo considerar ESG?” y se convirtió en “¿cómo integrar ESG en el negocio principal de una manera medible y defendible?”

Siga leyendo y vea cómo transformar las prácticas ESG en un requisito de cumplimiento y, al mismo tiempo, en una fuente de ventaja competitiva cuando se trata con la gobernanza, la medición y la tecnología adecuadas. 

ESG - El nuevo paradigma empresarial

¿Qué son las prácticas ESG? 

En general, las prácticas ESG describen un conjunto de factores extra financieros que afectan la capacidad de la empresa para crear valor a corto, mediano y largo plazo, considerando específicamente aspectos ambientales, sociales y de gobierno interno. 

En este contexto, los inversores, reguladores y clientes esperan cada vez más que la sostenibilidad forme parte del plan estratégico, y por eso es vital convertir estas prácticas en acciones concretas. 

En la práctica, algunas de estas acciones que han llegado a ser esperadas por los consumidores son: 

  • Ambiental (E): reducción de emisiones de GEI (los denominados alcances 1, 2 y 3) control del consumo de agua, tratamiento de residuos, uso responsable de insumos. 
  • Social(S): protección de la seguridad y la salud en el trabajo, apoyo a las medidas de diversidad, acciones con impacto positivo en las comunidades y comportamiento en la cadena de valor. 
  • Gobernanza (G): diversidad y equidad en la composición del directorio, contando con controles anticorrupción, gestión de cumplimiento y Riesgos. 

Para ayudar a adoptar algunas de estas prácticas, puede adoptar marcos y estándares globales, como la Global Reporting Initiative (GRI), ser parte del Protocolo de GEI y también seguir el conjunto de estándares IFRS S1 / S2. Estos marcos y protocolos ofrecen bases consolidadas para definir qué divulgar y cómo conectar la sostenibilidad con la información financiera. 

¿Por qué es importante ESG en los mercados regulados? 

Investigaciones recientes muestran que una parte significativa de los inversores entiende que los objetivos de sostenibilidad deben incorporarse a la estrategia corporativa, incluso cuando requieren sacrificios a corto plazo. Esto se debe a que afectan la evaluación de riesgos y el desempeño futuro de la empresa. 

En el aspecto operativo, las iniciativas ESG tienden a producir ganancias tangibles en eficiencia, como: 

  • reducción del consumo de energía; 
  • optimización de la cadena de producción; 
  • Menor pérdida de tiempo, inversión y recursos. 

Cuando se miden, estas iniciativas dejan de ser gastos reputacionales y se convierten en palancas de resultados. 

Al mismo tiempo que cambia el funcionamiento de las empresas, este movimiento cambia la relación entre la gestión y el capital. Las divulgaciones más sólidas hacen que la empresa esté menos expuesta a sorpresas, mientras que la falta de evidencia confiable aumenta el costo de capital y el riesgo de reputación. 

Cuando se integran en el modelo de negocio, las acciones ESG pueden generar cinco tipos de valor añadido: 

  • protección contra el riesgo; 
  • reducción de costos; 
  • generación de ingresos incrementales; 
  • mejora del capital humano; 
  • ganancias de eficiencia operativa. 

Sin embargo, para tener estos efectos positivos, es necesario tener un diseño riguroso, objetivos claros y gobernanza de datos. 

Todo lo que necesita saber sobre la Matriz de Materialidad

Estándares y marcos: por dónde empezar a hablar el idioma del mercado

Una estrategia ESG que los inversores y los reguladores se toman en serio está respaldada por estándares internacionales reconocidos. El GHG Protocol, por ejemplo, ofrece el lenguaje técnico para contabilizar las emisiones (en los alcances 1, 2 y 3), un estándar fundamental para cualquier inventario de carbono que pretenda ser aceptado por terceros. 

Al mismo tiempo, los estándares GRI siguen siendo una referencia para informar de manera transparente sobre los impactos económicos, ambientales y sociales. El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) representa la nueva capa de requisitos centrada en la información que tiene relevancia financiera para los usuarios de las declaraciones. 

Una condición necesaria para construir narrativas verificables y defendibles es integrar estas referencias al elegir el alcance y la profundidad de cada divulgación en función de la materialidad del acuerdo. 

Utilizando estos marcos reconocidos como referencia para mapear la materialidad y garantizar la comparabilidad, puede adoptar algunos KPI como:  

Ambiental 

  • Emisiones totales de GEI: estimaciones de alcance 1, 2 y alcance 3 (tCO₂e); 
  • Consumo de energía por unidad de producción (MWh/unidad); 
  • Consumo de agua e intensidad hídrica (m³/unidad); 
  • Porcentaje de residuos enviados a disposición con tratamiento certificado. 

Social 

  • Tasa de incidentes de seguridad (LTIFR) y días perdidos por accidente; 
  • Tasa de rotación y tasa de retención por rango salarial/género/etnia; 
  • Porcentaje de proveedores auditados en materia de derechos humanos. 
  • Porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo. 

Gobernanza 

  • Porcentaje de la Junta con independencia y diversidad; 
  • Número de casos de incumplimiento normativo/año; 
  • Tiempo promedio para la corrección de controles críticos. 
  • Número de denuncias recibidas a través de canales confidenciales. 

El miedo al “número vacío” y cómo evitarlo 

El principal escollo que veo en los proyectos ESG es tratar estas métricas como una pieza de comunicación en lugar de como un insumo de gestión. Los KPI sin propietario, sin un proceso de validación o sin una conexión con decisiones concretas se convierten solo en declaraciones vacías; peor que eso, pueden convertirse en mero lavado verde

Y para evitar que esto suceda, es esencial realizar una medición seria de tales métricas. Esto comienza con tener un mapa de materialidad que conecte los riesgos y oportunidades con el modelo financiero de la empresa. A partir de ese momento, cada indicador debe tener una responsable, una fuente de datos y una rutina de validación independientes. 

Como ejemplo, podemos mirar las emisiones. La aplicación del Protocolo de GEI significa distinguir las emisiones directas (alcance 1), las emisiones indirectas por energía (alcance 2) y las emisiones en cadena (alcance 3); entonces, debe reconocerse que el Alcance 3 solo se convierte en información útil cuando los proveedores críticos entran en el radar y proporcionan datos confiables. 

En la práctica, esto requiere tres frentes integrados: 

  1. gobernanza (quién decide y aprueba); 
  1. procesos (cómo se generan y verifican los datos); 
  1. tecnología (donde los datos se consolidan, concilian y auditan). 

Sin esta tríada, el resultado suele ser un informe hermoso e indeciso y, por lo tanto, sin un impacto real en la operación. 

¿Cómo estructurar un programa de práctica ESG? 

Para que los criterios ESG sean gobernables y generen rendimientos, sugiero adoptar una hoja de ruta pragmática que combine diagnóstico, gobernanza, objetivos y tecnología. Primero, realizar un diagnóstico de materialidad que identifique el valor y las prioridades de cumplimiento para la empresa. 

Paralelamente, formalizar el apoyo ejecutivo y crear el Centro de Excelencia responsable de metodologías y datos. Con la materialidad definida, traduzca las prioridades en objetivos medibles (objetivos basados en la ciencia cuando corresponda) y divídalos en iniciativas impulsadas por el propietario y métricas procesables. 

Luego, elija el marco tecnológico que respaldará los datos (por ejemplo, utilizando una solución de GRC, una plataforma de inventario de emisiones y una herramienta de BI). De esta manera se garantizan y optimizan los procesos de validación y auditoría externa de los indicadores clave.

Finalmente, planificar ciclos de revisión anuales que incorporen lecciones aprendidas y adapten las metas al contexto regulatorio y de mercado, generando así un proceso de mejora continua

Vea a continuación una estructura paso a paso que puede seguir en su empresa: 

  1. Diagnósticos de materialidad: Identifique los riesgos y oportunidades que afectan el valor y el cumplimiento; priorice por probabilidad e impacto.  
  1. Gobernanza y apoyo ejecutivo: Establezca un comité ejecutivo y un patrocinador del proyecto (CFO o CEO, por ejemplo), luego vincule los objetivos ESG con el plan estratégico de la empresa. 
  1. Objetivos integrados y KPIs: definir objetivos basados en la ciencia cuando corresponda e indicadores vinculados a incentivos a corto/mediano plazo. 
  1. Procesos, controles y tecnología: Estandarizar la recopilación de datos, los controles internos y la integración con ERP y sistemas de gestión (como GRC y ESG). 
  1. Reporting y auditoría: alinear los informes con los estándares GRI y/o ISSB, y realizar auditorías para mitigar los riesgos de cuestionamiento por parte de inversores y/o entidades reguladoras
  1. Mejora continua: Realizar ciclos de revisión anual, actualizar metas e incorporar lecciones aprendidas. 
Estructura de un programa de prácticas ESG

Otra buena práctica que genera resultados es tener un Centro de Excelencia ESG integrado con las áreas de Riesgo y Cumplimiento. Esto acelera la estandarización, consolida los datos y reduce la duplicación de iniciativas. 

Por último, recuerda que esta hoja de ruta no es lineal: diagnóstico, gobernanza y tecnología deben ir de la mano para no convertir el proyecto en una serie de iniciativas desconectadas. 

Herramientas ESG que su empresa necesita adoptar 

La tecnología no es un lujo. Es la infraestructura mínima para que las métricas sean auditables. Por lo tanto, contar con plataformas especializadas de GRC y contabilidad de emisiones le permite consolidar evidencias, automatizar cálculos (incluidos factores de emisión actualizados) y generar registros de auditoría que respalden la transparencia. 

Las soluciones de mercado que funcionan tanto en la gestión integrada de GRC como en el inventario ambiental ayudan a reducir los silos de información y acelerar la respuesta a las inspecciones y diligencias debidas. 

Fue a través de la tecnología que LIASA,  el mayor fabricante de silicio metálico de América del Sur y uno de los líderes mundiales del sector, logró resultados significativos utilizando la solución de SoftExpert para ESG, tales como: 

  • Automatización y estandarización de la gestión de proveedores; 
  • Reducción de errores y mejora en la gestión de riesgos ESG; 
  • Generación de informes y análisis detallados; 
  • Cumplimiento de los requisitos de GRI. 

Por lo tanto, al evaluar a los proveedores, priorice la capacidad de integración con herramientas que su empresa ya utiliza (como ERP, SLM, BI), fuente de datos y soporte de auditoría externa. Sin esto, la empresa corre el riesgo de depender de conciliadores manuales que aumentan el costo y la probabilidad de error humano. 

Algunos tipos de herramientas esenciales para tener buenas prácticas ESG en tu operación son: 

  • Soluciones de GRC / Compliance para integrar riesgos y controles en el flujo de toma de decisiones; 
  • Gestión de datos y plataformas de BI para la consolidación, validación y distribución de datos; 
  • Plataformas de informes que admiten GRI / ISSB y API para integrar datos en el sistema de publicación y auditoría. 

Riesgos clave y cómo mitigarlos 

Existen riesgos recurrentes que merecen atención ejecutiva en la gestión ESG. El primero y más reputacional es el lavado verde: hacer afirmaciones de sostenibilidad sin pruebas sólidas puede resultar en sanciones, pérdida de confianza y litigios. 

Esto se evita con objetivos transparentes, metodología pública y auditoría externa de datos críticos. Otro riesgo es la calidad de los datos. Sin una canalización automatizada con propietarios, comprobaciones y conciliadores, los indicadores se vuelven incoherentes en todos los informes; Este es un problema fatal para los inversores y los reguladores. 

Finalmente, la cadena de suministro presenta un riesgo de contaminación. Las prácticas inapropiadas de terceros pueden revertir todo el esfuerzo corporativo. La mitigación implica la gestión de proveedores a través de contratos con cláusulas ESG y programas de diligencia debida y compromiso basados en el riesgo con proveedores estratégicos. 

Ante estos desafíos, es esencial contar con las herramientas y los socios adecuados. En SoftExpert, brindamos soluciones que centralizan procesos, documentos y riesgos en una única plataforma de gestión. 

Pero además de las herramientas, es vital contar con el conocimiento y el apoyo para definir estos procesos, controles y buenas prácticas ESG, y para eso puede contar con Manent Consulting. 

Conclusión 

Las prácticas ESG son un imperativo estratégico para las empresas reguladas: reducen los riesgos, mejoran la eficiencia operativa y son cada vez más una condición para acceder al capital de inversión. 

Por lo tanto, mirar ESG no puede tratarse solo como una tendencia del futuro o una mera obligación regulatoria; Las empresas que adoptan esta área como parte fundamental de su negocio cautivan a más clientes, ganan espacio en el mercado y refuerzan el cumplimiento.  

Para ello, los ejecutivos y líderes necesitan tener un diagnóstico preciso del escenario ESG actual de sus empresas; alinear los objetivos estratégicos con el impacto real (y los responsables de ellos); y, sobre todo, invertir en tecnología y en el apoyo de entidades que son referentes especializados en ESG.

Preguntas frecuentes sobre prácticas ESG

¿Qué son las prácticas ESG?

Las prácticas ESG son acciones y políticas corporativas centradas en factores ambientales, sociales y de gobernanza que reducen los riesgos y crean valor sostenible para la empresa y los grupos de interés.

¿Qué criterios ESG son más relevantes para las empresas reguladas?

Depende del sector: Gestión de residuos hospitalarios y químicos (RDC, trazabilidad) (salud), condiciones de trabajo en la cadena agrícola (alimentos), emisiones y eficiencia energética en la producción (fabricación). Se recomienda un análisis de materialidad sectorial.

¿Como medir resultados ESG?

Con indicadores clave de rendimiento (KPI) claros (por ejemplo, emisiones de alcance 1-3, tasa de incidentes de seguridad, índice de composición de la junta) alineados con marcos como GRI e ISSB. 

¿Cuál es el papel de la tecnología en la estrategia ESG?

Los sistemas de gestión de datos, las plataformas de GRC y el software de informes automatizan la recopilación, validación y publicación de datos ESG, reduciendo el error y el costo.

¿Cómo evitar que los números se conviertan en “vacíos” o en un lavado verde? 

Asigne propietarios a indicadores, defina fuentes de datos y rutinas de validación, integre la gobernanza, los procesos y la tecnología, y envíe datos críticos a auditoría externa antes de comunicarlos públicamente. 

¿Cómo medir el alcance 3 en la práctica? 

Priorice las categorías de la cadena con mayor materialidad, involucre a los proveedores críticos para obtener datos, utilice estimaciones sólidas cuando sea necesario y documente las metodologías. El alcance 3 solo es efectivo cuando hay datos de gobernanza y proveedores. 

¿Cuáles son los riesgos más críticos y cómo mitigarlos? 

El lavado verde, la mala calidad de los datos y las fallas en la cadena de suministro son los principales riesgos. Mitigación: metodologías públicas, auditoría externa, pipeline de datos con propietarios y cláusulas contractuales + due diligence para proveedores. 

¿Cómo estructurar el programa ESG en los primeros 12 meses? 

Realizar diagnósticos de materialidad, formalizar patrocinio y Centro de Excelencia, traducir prioridades en metas medibles, elegir una pila tecnológica que respalde datos auditables y establecer ciclos anuales de revisión y mejora continua. 

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