Ninguna empresa quiere que sucedan fallas en su operación. Pero aún con todas las medidas preventivas, las fallas suceden de tiempos en tiempos, pudiendo resultar en graves consecuencias financieras.
Es preciso saber administrar las fallas y las pérdidas ocurridas. Tareas administrativas rutinarias, como reunir informaciones de pérdida en varias líneas de negocios, documentar excepciones, calcular informaciones de pérdida bruta, asignar capital apropiado y relatar exposiciones de riesgo a la gerencia senior y al consejo de administración, exigen mucho tiempo y esfuerzo.
Un mecanismo eficiente para control de pérdidas que monitorice las pérdidas en toda la empresa se ha vuelto un elemento cada vez más importante.
El primer paso, que es el enfoque principal de esta publicación, es entender el evento que genera una pérdida (Loss Event), cómo clasificarlo y por qué es importante registrarlo.
¿Qué son eventos de pérdida interna?
Los eventos de pérdida interna pueden ser vistos como eventos reales, potenciales y “casi pérdidas” vividos por una organización:
- Pérdida real– un incidente que resultó en un impacto financiero negativo para los negocios;
- Pérdida potencial– un incidente que fue descubierto que puede o no resultar en una pérdida financiera;
- Casi pérdida– un incidente descubierto por otros medios que no sean las prácticas operacionales estándar (hasta por suerte) o por acción de gestión específica que resultó en un impacto financiero nulo o positivo (se debe resaltar que una casi pérdida puede resultar en un aumento financiero).
Las fuentes de eventos de pérdida pueden ser consideradas de dos maneras:
- como resultado de un nuevo riesgo para la organización, llevando a un evento de pérdida;
- como resultado de una falta de control o falla de controlen un riesgo ya identificado.
¿Por qué ellos son importantes?
El rastreo de datos internos de eventos de pérdida es un componente esencial de la gestión de riesgos y contribuye para la evaluación y la monitorización de riesgos. Al capturar informaciones de eventos de pérdida de manera consistente, las organizaciones pueden:
- medir la exposición al riesgo con más precisión;
- justificar el costo de controles nuevos o mejorados y comparar la eficacia de los controles;
- identificar tendencias y lecciones a ser aprendidas a lo largo del tiempo;
- usar los datos de pérdida como una entrada potencial para cálculo de capital.
La gestión robusta de riesgos depende de un volumen y calidad suficientes de datos para que el análisis sea significativo y las tomas de decisión sean eficaces, por lo tanto, la integridad de los datos es importante en cualquier banco de datos de eventos de pérdida.
¿Cómo clasificar un evento de pérdida?
Antes de clasificarlos, deben ser definidos límites que caractericen un evento de pérdida como real, potencial o casi pérdida. Eventos de pérdida que exceden esos límites deben entonces ser registrados y clasificados en un banco de datos interno de eventos de pérdida.
Una base de conocimiento importante
Se puede pensar que las pérdidas provenientes de una falla o falta de control y/o algunos imprevistos representan una visión del pasado, mientras que la gestión de riesgos debería ser prospectiva. Sin embargo, los eventos que ya ocurrieron pueden ocurrir nuevamente e involucrar impactos más significativos. En ese sentido, aprovechar la oportunidad para aprender con la retrospectiva puede ser útil en el desarrollo de la previsión y anticipación.
Si fueren implementados de manera eficaz, los resultados positivos del proceso interno de eventos de pérdida no son sólo una respuesta más bien informada a los riesgos actuales, sino también una gestión más bien informada de riesgos futuros.